La mentalidad empresarial es una condición que se desarrolla a lo largo de la vida transitada, de las experiencias vividas y de los momentos que han tenido que sobresaltar las personas en sus condiciones de vida. Es una condición que genera ventajas competitivas que se pueden mantener en el tiempo, pero para ello es necesario trabajar día a día en todos los ámbitos de la empresa.
La mentalidad empresarial es un conjunto de actitudes que permiten desarrollar destrezas, motivaciones, el rigor y la dedicación necesaria para materializar una visión y desarrollar oportunidades económicas y de servicios.
Esta definición aplicada en los mercados internacionales se interpreta como algo acotada, ya que se requiere una mirada un tanto más global sabiendo que hoy en día el mercado de una empresa, es el mundo, y actualmente son 194 países los potenciales para comprar el producto.
De todos modos, para embarcarse en esta travesía se necesita una visión clara con una apuesta concreta al largo plazo, ofreciendo una calidad constante, a un precio uniforme y generando confianza en los mercados internacionales.
El puntapié inicial para lograr ello es la visión de los directivos de la empresa y en el caso de las pymes, la mayoría de las veces es de sus propios dueños.
Cuando la visión es clara, concisa y existe una capacidad comunicativa efectiva por sus dueños por comunicar un mensaje claro y también ejecutarlo, funciona como una brújula para todos los integrantes de la organización.
Formar una mentalidad empresarial es importante porque en un proyecto empresarial dependemos de nosotros mismos para tomar decisiones y del acierto de éstas dependen nuestros resultados.
No podemos gestionar un negocio con una “mentalidad de empleado”.
Muchas veces es un desahogo culpar a los demás, quejarnos y despotricar, cuando tanto esfuerzo no ha dado los frutos que esperábamos.
Pero si gastamos nuestro tiempo y energía en quejarnos de la situación, de los políticos, de los bancos, del mercado o de la competencia, estaremos dejando de hacer lo que realmente es útil para nuestro negocio; crear algo valioso, llamar la atención, entender a nuestros clientes para vender más, ayudar a más gente, ganar más dinero y contribuir a crear un mundo mejor.