Puede parecer obvio, pero si tu empresa, negocio o marca no existe en la mente de tus clientes o consumidores, en realidad, tú tampoco existes. Y es por esto por lo que es fundamental cuidar tu imagen corporativa.
El principal objetivo DE LA IDENTIDAD CORPORATIVA, es conseguir que nuestros públicos, además de tenernos presentes, tengan una imagen positiva de nuestro negocio. Es más, lo ideal es que la identidad corporativa que se forma entorno a un negocio, sea exactamente la misma que la identidad corporativa que el negocio ha construido previamente.
La identidad corporativa o la imagen de marca, es el conjunto de creencias, actitudes y percepciones que tienen los públicos sobre una empresa o marca. Es decir, es la forma en que ese público interpreta el conjunto de señales procedentes de los productos, servicios y comunicaciones, emitidas por la marca. Esas percepciones y asociaciones que se hacen de la marca en base a sus atributos, beneficios y actitudes, van a servir para generar un vínculo favorable o no, hacia ella, ya sea de actitud o de comportamiento.
De hecho, la imagen que se crea en la mente del público no siempre se genera por los mensajes emitidos por la empresa, sino que es habitual que lo que piensan tanto los consumidores, como los no consumidores de una marca, provenga de multitud de fuentes, como las opiniones de otros o lo que se dice en los medios.
Teniendo en cuenta el entorno tan cambiante y competitivo en el que se mueven las empresas hoy en día, es fundamental contar con una imagen corporativa muy fuerte, que les permita destacar y diferenciarse del resto. Por eso, lo mejor es apostar por una estrategia de comunicación multicanal, enfocada a la satisfacción del cliente y a su fidelización. Redes sociales, ventas online, apps,… son todas, vías de comunicación diferentes, que ofrecen un sinfín de posibilidades al cliente.
Existen numerosos factores, tangibles e intangibles, que pueden conformar la imagen corporativa de un negocio, y que hacen que la opinión de sus clientes sea una u otra.
Los factores principales que influyen en la formación de la imagen corporativa de cualquier compañía son:
1. EL NOMBRE DEL NEGOCIO.
Es la primera impresión, por lo que es muy importante escogerlo bien. No es obligatorio que tenga relación con la actividad del negocio, una manzana nada tiene que ver con un ordenador, en el caso de Apple, pero si te fijas es breve, fácil de recordar y pronunciar, muy atractivo y diferenciador.
2. EL LOGOTIPO
Debe transmitir la esencia de la empresa. Es fundamental que sea legible y comprensible, de nada sirve tener un logo super creativo y llamativo si no se entiende o nadie es capaz de descifrarlo.
3. EL SLOGAN.
Resume la filosofía de la compañía en una frase llamativa e impactante. Tiene que ser algo con lo que los usuarios se sientan identificados. Nos ayudará a dar credibilidad, mejorar el recuerdo de la marca y potenciar nuestra imagen.
Seguro que recuerdas los inmortales eslóganes de Coca-Cola “La chispa de la vida” o “Destapa la felicidad”, desde luego es una promesa muy ambiciosa, pero sin duda estamos convencidos de que Coca-Cola es igual a felicidad.
4. LA TIPOGRAFÍA Y COLORIMETRÍA.
Es fundamental tener definidos en nuestro Manual de Identidad Visual Corporativa, las tipografías y los colores exactos que usa la marca, y ser muy estrictos al respecto.
He llegado a ver hasta cinco tipografías diferentes en la página de inicio de una web, y unos cuatro colores distintos y mezclados que nada tenían que ver con la marca. Este tipo de detalles hay que cuidarlos porque debilitan la imagen corporativa.
5. EL SITIO WEB.
Hoy en día es fundamental tener una web. Es un escaparate de nuestro negocio y una oportunidad enorme para atraer a potenciales clientes. Por lo que hay que cuidar el diseño y asegurarnos de que transmite todo lo que queremos y lo que somos.
No sería la primera vez que buscas un negocio en Internet, atraído tal vez por un packaging precioso de su producto o del lugar y te encuentras con una web pésima, fea y nada cuidada. Lo que suele provocar una pérdida de confianza y credibilidad.
O al contrario, te encuentras con una web increíble y muy atractiva visualmente, y cuando vas a visitar el sitio te decepciona profundamente porque no tiene nada que ver ni es lo que te esperabas.
Seguro que has experimentado estas situaciones, y por ello seguro que estás dándote cuenta ahora mismo de lo importante que es la coherencia, y lo que influye en la imagen corporativa.
6. LOS RECURSOS CORPORATIVOS.
Todo tipo de comunicación impresa que haga la empresa, transmite su identidad y valores, provocando sensaciones y opiniones, tales como tarjetas, catálogos, folletos…
Todos estos los elementos deben respirar el mismo estilo gráfico para que no haya duda alguna de que es la misma empresa la que está detrás, tanto de esas tarjetas como de ese catálogo.
Sin olvidarnos del packaging. Su diseño es esencial, hasta el punto de que un tercio de las decisiones de compra, se llevan a cabo sólo por el envase.
Todo tipo de comunicación impresa que haga la empresa, transmite su identidad y valores, provocando sensaciones y opiniones, tales como tarjetas, catálogos, folletos…
Todos estos los elementos deben respirar el mismo estilo gráfico para que no haya duda alguna de que es el mismo negocio la que está detrás, tanto de esas tarjetas como de ese catálogo.
7. EL AMBIENTE.
Hoy en día ya no se venden productos, ni servicios, sino EXPERIENCIAS. Para vender hay que seducir al público, pero literalmente seducir a sus 5 sentidos.
La música, el olor, el tacto… también son factores que ayudan a crear una atmósfera seductora alrededor de la marca o del lugar y fijarla en la parte emocional del cerebro del consumidor.
8. LA HISTORIA Y REPUTACIÓN.
Como hemos podido observar, absolutamente todo comunica. Incluido un lápiz con nuestro logo. Si se rompe o no pinta bien, también influirá en lo que piense esa persona que se lo ha llevado, sobre nosotros.
Las campañas publicitarias, la actitud de los empleados, las malas o buenas prácticas, los errores… Todo influirá en una buena o mala imagen de la empresa. Así que por mucho que parezcan detalles irrisorios, como el lápiz que acabo de mencionar, te aseguro que hay una diferencia abismal entre cuidar o no tu imagen.